Cuando el camino del artista se publicó por primera vez, expresé mi deseo de que grupos del camino de artista empezaran a crearse. Los imaginé como círculos dirigidos por personas afines -"cúmulos creativos" donde cada uno sirviera a los otros como un espejo de convencimiento, uniendo el compromiso compartido de desbloquear a la creatividad. Era mi visión que dichos círculos fueran gratuitos, que cualquier persona podía organizarlos, utilizando el libro como texto y guía. Muchos de estos círculos de hecho se formaron y muchos se forman todavía. Tal apoyo y ayuda de artista a artista, de corazón a corazón es la esencia de El camino del artista y La veta de oro.
No es sorprendente que muchos terapeutas, universidades públicas, centros de bienestar, y profesores empezaran a facilitar grupos del Camino del Artista, por los que cobraban unos honorarios. Los grupos del Camino del Artista eran liderados en cambio de convenidos. al grado en que se adherían a los principios espirituales de la recuperación creativa y que introducían a la gente al uso de las herramientas, eran y son valiosos. Sin embargo, todo grupo que comience con un líder como estos debe rápidamente volverse autónomo, "graduándose" a un estatus de grupo dirigido por personas afines sin ánimo de lucro.
No hay profesores del Camino del Artista certificados. Escogí no hacer franquicias del Camino del Artista, sino ofrecerlo como un regalo, sin precio. Creo que la recuperación creativa es en el mejor de los casos un proceso colectivo, no jerárquico y entre colegas. En esto difiere de los modelos académicos y terapéuticos. Todo profesional usando el Camino del Artista debe darse cuenta que los cúmulos creativos autónomos son la meta a largo plazo. Los grupos facilitados pueden servir como puente para este fin.
En mis años de viajar y enseñar, he encontrado frecuentemente excelentes resultados con las agrupaciones de personas afines. en algunas ocasiones, he encontrado situaciones en las que el Camino del Artista ha sido modificado en exceso. Siempre que haya un énfasis exagerado en el "análisis" intelectual o en el "proceso" terapéutico, hay un riesgo de minar el desarrollo creativo. Muchas veces, lo que puede ser interpretado como "neurosis" o un problema profundamente arraigado no es más que resistencia creativa.
El Camino del Artista y La Veta del Oro y todos mis otros libros de enseñanza son libros experienciales. Están pensados para enseñar a la gente a procesar y a transformar la vida a través de actos de creatividad. ambos libros y todas las agrupaciones creativas deben ser practicados a través de acciones creativas y no de teoría. Como artista, yo se que es así. El Camino del Artista y los demás libros son el destilado de treinta años de práctica artística.
Es mi creencia y experiencia como profesora que todos somos lo suficientemente sanos para practicar la creatividad. No es una empresa peligrosa que necesite de facilitadores entrenados. Es nuestro derecho de nacimiento y es algo que podemos hacer con gentileza y colectivamente. La creatividad es como la respiración -las recomendaciones pueden ayudar pero tenemos que hacer el proceso nosotros mismos. Las agrupaciones creativas donde nos reunimos como iguales para desarrollar nuestra fuerza, son mejor entendidas como reuniones tribales, donde entes creativos aumentan, celebran y actualizan el poder creativo que corre a través de todos nosotros.